martes, 24 de julio de 2012

Valores de una persona excelente. 2ª entrega (perseverancia y valentía)


Perseverancia

La perseverancia consiste en la firmeza y constancia en la ejecución de los propósitos.

Esta cualidad, sinónimo de firmeza y constancia, es una característica esencial de todos los seres sobresalientes. Para destacar en cualquier ámbito, para logar cualquier meta, para realizar actos de calidad, es indispensable insistir, perseverar y ser constantes en nuestros propósitos en el cabal sentido de la palabra; esto implica actuar y esforzarnos con una férrea disciplina sin permitir que ningún obstáculo nos desanime.

Cualquier obra maestra, descubrimiento científico o cambio significativo en la humanidad es fruto de la perseverancia y esto significa un trabajo arduo, tenaz e ininterrumpido.

Valentía. Fuerza del espíritu. Las personas que se han destacado en la historia  pueden tener cualquier defecto menos la cobardía. Los seres excelentes no ceden ni titubean, no pierden la serenidad ante la adversidad, cuentan con la energía y la entrega para lograr lo que se proponen a pesar de todo. El valor es la capacidad del ser humano para actuar con entereza sin que el peligro, el dolor o la muerte consigan amedrentarlo.

La valentía no consiste sólo en dominar el miedo y reprimir el impulso de escapar y afrontar el peligro o el dolor, sino en fortalecer la voluntad y mantener las resoluciones; en buscar y encarar siempre  a la vida. En otras palabras, es la capacidad para afrontar vicisitudes; vista de esta forma, la valentía es una cualidad íntimamente ligada con la fortaleza.

Los grandes personajes, haciendo acopio de valentía y entereza, siempre han logrado sobreponerse a las circunstancias que obstaculizan sus objetivos y han sabido defender sus convicciones. El valor fortalece a las personas ante las situaciones. Bolívar, Beethoven, Madame Curie jamás habrían realizado sus obras sin la valentía que caracterizo sus vidas.

Es necesario no confundir la valentía con la temeridad. No incluir la razón o la prudencia en el ejercicio del valor significa caer en la insensatez. En la práctica de la valentía, la razón es indispensable para saber decidir entre lo que hay que afrontar y lo que hay que temer, de acuerdo con los peligros o consecuencias que la decisión implique.

En una tercera entrega hablaremos sobre la laboriosidad y la creatividad.

lunes, 23 de julio de 2012

Valores de una persona excelente


Si  analizamos las características y las cualidades que distinguen a los seres de excelencia, es posible concluir que todos se esforzaron, en mayor o menor grado, por practicar  una serie de valores, que convertidos en hábitos y virtudes permitieron que sus obras fueran sobresalientes. Algunos valores que conforman el perfil de ser excelente son:

Fortaleza.

La fortaleza es  la reserva moral espiritual que permite preservar en la acción aun cuando todo parezca perdido.

La fortaleza es tal vez la más importante de todas las cualidades porque de ésta dependen la valentía y la perseverancia. Para los griegos la fortaleza era sinónimo de valentía y era una de las cuatro virtudes cardinales (prudencia, justicia, templanza y fortaleza). Platón la define como la virtud de moderar las pasiones del apetito irascible o pasiones de bienes difíciles”.

El ser humano con fortaleza puede vencer todos los peligros, obstáculos y penalidades que se le atraviesen en su camino, es perseverante, paciente y magnánimo.

La actividad propia de la fortaleza consiste en resistir los asaltos del mal y los temores, y atacarlos con una audacia moderada por medio de la razón.

Todos los hombres célebres han poseído una gran fortaleza espiritual. La fuerza interior, a su vez, proporciona fuerza física para vencer el dolor y el cansancio en todos sus ámbitos.  Qué mayor prueba de fortaleza que la Beethoven, quien ya sordo, creó una las más grandes obras maestras de todos los tiempos. La cualidad más grande, la virtud más perfecta, la que permite realizar lo imposible, es la fortaleza. Resistir la desesperanza, el desaliento, la fatiga, la duda, la enfermedad, la miseria y cuanto mal sea posible imaginar sólo es posible gracias a la fortaleza. La voluntad o la fuerza de voluntad es intrínseca a la fortaleza, ya que  la voluntad es factor que traduce un pensamiento en acción. A través de la voluntad  y la fuerza interior podemos realizar lo inimaginable, la fortaleza es una cualidad que debemos cultivar día con día para lograr todos nuestros propósitos. Ante la adversidad y el fracaso tenemos dos opciones: compadecernos y hundirnos o, a partir de la experiencia, aprender y crear un mundo mejor haciendo acopio  de la fortaleza.

Existen otras virtudes que están íntimamente relacionadas con la fortaleza interior: la paciencia, la perseverancia, la constancia, la valentía y la magnanimidad.

En una próxima entrega hablaremos sobre la perseverancia, la valentía,  la laboriosidad y creatividad.

lunes, 16 de julio de 2012

La libertad y la acción moral


“La libertad debe sustentarse en los valores, de lo contrario se convierte en libertinaje.”


La libertad es la capacidad para elegir y actuar de acuerdo con nuestras convicciones, en consecuencia, está íntimamente relacionada con la acción moral. La libertad es una autodeterminación axiológica, es decir, una persona es libre para actuar en función de sus valores.

Existen diversos tipos de libertad:

Ética o moral. Capacidad para elegir entre el bien o el mal.
Existencial. Disponibilidad para orientar la existencia.
Física. Se refiere a la posibilidad corporal de actuar.
Psicológica. Es la capacidad mental para tomar decisiones sin obstáculos o dependencia, o sea, la libertad interior.
Cívica o social. Surge del sistema social vigente. Puede ser política, religiosa y de expresión.

A su vez, existen factores que obstaculizan la libertad:

Ignorancia. No permite la libertad de elección.
Miedo. La amenaza de un peligro inminente, impide actuar libremente.
Cólera. La cólera, también llamada ira, al igual que otras pasiones, bloquea la capacidad de decisión.
Violencia. Ya sea externa o interna la violencia es una fuerza que limita la libertad.
Dependencia y adicciones. Cualquier adicción provoca una dependencia  y por consecuencia impide la libertad de quien la experimenta.
Salud. La falta de salud física o mental en ocasiones bloquea la capacidad para actuar.
Externos. Los sistemas sociales, políticos y económicos pueden atentar contra la libertad y los derechos humanos de los individuos.
Algunos de estos obstáculos son susceptibles de superarse, siempre que se tengan la voluntad y conciencia para hacerlo. Por ejemplo, si una persona dispone de libertad física y es prisionera psicológica por adicciones, apegos o miedos, debe tomar conciencia de esto y realizar todas las acciones necesarias para superar sus dependencias, lo que implica voluntad, y la fortaleza, perseverancia y valentía.

Existen dos posturas que intervienen en el ejercicio de la libertad:

Determinismo. Según este enfoque, las acciones se hallan determinadas por la sociedad, Dios u otras fuerzas que son responsables de todo cuanto acontece. El determinismo radical afirma que la conducta es determinada por factores fuera de control individual, por tanto, la libertad es limitada.
Existencialismo. Postula que la existencia es lo más importante, implica un marcado contraste con el determinismo, ya que el existencialismo parte del supuesto de que la libertad del individuo es absoluta, es decir, que somos libres para elegir nuestros valores a través de nuestras preferencias. Jean Paul Sartre, su creador, opina que las personas no están determinadas por la genética ni por el entorno, sino que en todo momento son seres libres que pueden hacer realidad sus decisiones. Cualquier acción implica elegir entre el bien y el mal; la libertad existencial consiste en orientar nuestra vida.


miércoles, 4 de julio de 2012

Gestión de las emociones



Especialista en sostenibilidad emocional  y marketing, y autor de obras como El valor del  Samurái o La ilusión: Un recorrido vital hacia la aceptación  y la superación personal conversa  sobre la importancia de la educación  emocional en la vida profesional 






LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD


Un ser libre toma decisiones, vive con libertad interior, es responsable de su vida y de su propio desarrollo personal.

La responsabilidad y la libertad están íntimamente relacionadas. Ser responsable consiste en responder ante las consecuencias de nuestros actos y sus resultados. La responsabilidad implica compromiso y participación activa en la conducta ética. Una situación común hoy es el miedo al compromiso, que proviene de la falta de sentido de responsabilidad.

Libertad y responsabilidad van unidas, ya que sólo el que es responsable es verdaderamente libre. La libertad es necesaria tanto para la felicidad como para la virtud; la libertad no consiste en hacer elecciones arbitrarias, sino en darse cuenta de que implica el ejercicio de la ética y la responsabilidad, ya que las decisiones pueden afectar a los demás. Uno de los más grandes equívocos de la existencia es confundir libertad con libertinaje y ética con normas.

“La libertad individual es un compromiso con uno mismo, pues somos responsables de las consecuencias de nuestros actos”

Cuando el ser humano se despoja de su responsabilidad, no mide las consecuencias de sus actos y cae en libertinaje, y en situaciones que afectan no solo a los demás, sino a él mismo.

Actuar de manera autónoma y libre consiste en reconocernos, como seres únicos e irrepetibles, con la capacidad de construir nuestra vida a partir de valores, sin que nada influya en nuestras convicciones y en la libertad para tomar decisiones, pero siempre con sentido de responsabilidad.